domingo, 8 de noviembre de 2009

NUESTRA NASA


Las serranías cordobesas, con su paisaje de espinillos, arroyos, cabras y sol, son la escenografía diaria que rodea el trabajo de los científicos de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales que por estos días ultiman los detalles de un satélite que el año próximo pondrán a girar por el universo.

En el otro extremo del hemisferio, con sofisticado y moderno instrumental, en amplios y seguros laboratorios propios de la gran potencia que son los Estados Unidos, sus pares de la NASA desarrollan estudios similares con el mismo objetivo, garantizar el éxito de una misión conjunta.

Refutando las siempre odiosas comparaciones, las agencias espaciales argentina y norteamericana, CONAE y NASA, son las principales socias del proyecto que pondrá en órbita en el 2010 al satélite argentino SAC-D Aquarius con el objetivo de recolectar mayor información sobre el clima, el océano y el medioambiente.

Por ese motivo los científicos de ambos países analizaron y propusieron proyectos de investigación y desarrollo cuya aplicación será posible a partir de los datos que recojan los 8 instrumentos de observación y medición que llevará como equipaje el satélite en su recorrida por el espacio. Desde allí, el SAC-D proveerá datos sobre el mar y la tierra, a partir de registro de la salinidad y temperatura superficial de los océanos, vientos y la presencia de hielo, elementos que permitirán a los investigadores conocer en detalle la circulación del agua en los océanos y evaluar su influencia en el clima de los planetas.
Además, estos datos permitirán estimar parámetros atmosféricos, conocer la distribución de deshechos espaciales y registrar los micrometeoritos que rodean la tierra.

En lo que respecta a las observaciones que se practiquen sobre el territorio argentino, los datos que allí se produzcan serán utilizados para generar alertas tempranas de incendios e inundaciones, en función de variables tales como la humedad de suelo y la detección de focos de alta temperatura, entre otros parámetros.

Los hombres de la astronomía, tanto en la Estación Terrena de la CONAE en la localidad cordobesa de Falda del Carmen como en los centros de estudios espaciales que la NASA tiene distribuido en buena parte del extenso territorio norteamericano, son optimista respecto de los resultados que se podrán conseguir.

Ocurre que las posibilidades de éxito de esta misión descansan en parte en el excelente desempeño del satélite, también argentino, SAC-C que circunda la tierra desde el año 2000 y continúa generando información de utilidad en el marco del Plan Espacial Nacional. Esta capacidad que demuestran los científicos y técnicos argentinos alentó a la NASA a incluir un importante instrumento de medición de su fabricación, como lo es el radiómetro/escaterómetro denominado Aquarius, como la carga principal del SAC-D de industria nacional.

Pero no sólo la máxima potencia aeroespacial confió en el satélite criollo sino que las agencias espaciales ASI de Italia, CNES de Francia, CSA de Canadá y el INPE de Brasil también participan de la misión con la que Argentina conmemora el Bicentenario.

Sin embargo este modelo asociativo no debe sorprender puesto que el citado Plan Espacial de la CONAE tiene como fundamento la cooperación internacional mediante acuerdos con otras agencias espaciales lo que posibilita generar información actual, adecuada y útil. De esta manera, Argentina emplea información generada por satélites propios y/o extranjeros del mismo modo que otros países utiliza datos generados por los satélites nacionales.

En el caso concreto del satélite SAC-D Aquarius, la agencia espacial argentina colocará 5 de los 8 instrumentos que se utilizarán para las observaciones y consisten en un radiómetro de microondas pasivas, una cámara infrarroja, una cámara de alta sensibilidad para observación nocturna, un instrumento de recolección de datos y un experimento tecnológico para una futura misión satelital. Todos estos elementos fueron desarrollados y construidos en argentina por el Instituto Argentino de Radioastronomía, la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata y la propia CONAE. A este valioso conjunto se suman los instrumentos de registro Rosa y Carmen I pertenecientes a las agencias espaciales de Italia y Francia, respectivamente.

De esta manera, el SAC- D Aquarius, con sus 1400 kilogramos de peso y con un volumen que triplica a su antecesor SAC-C, entrará en orbita el año próximo generando información que será monitoreado desde la Estación Terrena del Centro Espacial Teófilo Tabanera en Córdoba, lugar desde donde también se comandará su vuelo, se controlará su trayectoria por el firmamento y se registrarán los datos. También es industria argentina la construcción del satélite que realiza la empresa INVAP S.E., en su planta de la ciudad de Bariloche, en el sur argentino. A esto se agrega la novedad del importante desarrollo de tecnología espacial que marca la construcción de los paneles solares por parte de la Comisión Nacional de Energía Atómica, elementos que proveerán de energía a la plataforma satelital y a todos los instrumentos que integran el observatorio.

Sobran motivos para que el Director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, doctor Conrado Varotto, exprese su satisfacción señalando que la futura misión espacial permitirá “mostrar la capacidad de nuestros jóvenes profesionales tanto a nuestra sociedad como al resto del mundo y que nos sintamos cada vez más orgullosos de ser argentinos”. Lo expresó el pasado miércoles 21 de Octubre ante 120 investigadores de Argentina, Estados Unidos, Italia, Canadá, Chile, España y Francia que se reunieron en Buenos Aires en el marco del 5to Encuentro de Ciencia de la Misión SAC-D Aquarius.

En esa instancia se presentaron 40 proyectos de investigación que utilizarán los datos que genere el satélite argentino. 15 de esos proyectos son de EEUU, otros 10 de Italia y Japón y los restantes 15 pertenecen a investigadores argentinos quines percibirán un aporte de casi un millón y medio de dólares para la financiación por parte de Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva del gobierno nacional.

En mayo del 2010 otro satélite argentino viajará por el cosmos para generar conocimiento desde el cielo para cuidar la tierra, desde la poderosa geografía de la potencia norteamericana hasta las pintorescas serranías cordobesas.

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