El periodista Ignacio Ramonet advertía que la tarea de informarse es agotadora. Dejemos que otro periodista, Horacio Vertbisky, nos alivie el trabajo.
En Página /12 de hoy escribe:
"Morandini fue periodista antes de su elección como diputada.
Su proyecto, sin duda bienintencionado, incluye una serie de principios deontológicos de los periodistas profesionales: no confundir entre los hechos y las opiniones ni basarse en conjeturas y rumores; difundir “únicamente informaciones fundamentadas”, sin “afirmaciones o datos imprecisos” que puedan “provocar daño o descrédito injustificado a instituciones públicas y privadas, así como la utilización de expresiones o calificativos injuriosos”; incluir como contexto opiniones que representen “todos los puntos de vista posibles”; identificar las fuentes en “cuestiones polémicas o controvertidas”.
Su inclusión en una ley hace tabla rasa del principio 6 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre libertad de expresión, según el cual las “conductas éticas en ningún caso pueden ser impuestas por los Estados”.
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