jueves, 29 de octubre de 2009

(2004) CONCEJO DELIBERANTE

Por hacer las cosas bien o por lo menos no hacerlas muy mal conseguí un ascenso y traslado en el ámbito de la administración pública. Pasé de facturante de servicios a funcionario en el área de Prensa del Concejo Deliberante. Allí tenía una computadora vieja y de poca memoria.

La nueva gestión decidió renovar la página web que desde el año anterior tenían y habilitar todos los correos corporativos para los 12 concejales y las demás autoridades. Alguien dijo que de esas cosas tenía que encargarse del nuevo Secretario de Prensa y eso hice. Contraté un fotógrafo con cámara digital para poder destinarlas a la página y eventualmente enviarlas a los medios gráficos. Eso motivó que debiera emplear el programa Adobe photoshop. Usándolo aprendí lo básico. Los textos y fotos destinadas a la página web eran “cargados” por la empresa responsable pero tenía algunas secciones, como por ejemplo las noticias del día, cuyo acceso me estaba permitido.

Cuando tiempo después se decidió tener la cámara digital de fotos propia pude realizar un ensayo de instantaneidad colocando declaraciones de los concejales y fotos de las sesiones con 5 minutos de diferencia, con la pretensión de provocar un efecto símil directo que algunos periodistas utilizaron para seguir las alternativas de los debates. No se pudo sostener en el tiempo por falta de personal y recursos pero igual fue un aprendizaje.

También existió la voluntad de hacer un archivo de audios y así instalé programas para reproducción de audio y para convertir en formatos. La Internet que se utilizaba, por tratarse de un edificio histórico protegido en su calidad de patrimonio, era de carácter inalámbrico. En razón que la fuente no estaba muy cerca la señal se perdía o debilitaba y eso hacía abortar muchos de los envíos. Ya por entonces los diskettes estaban cediendo paso a los CD como soportes de archivos por lo que el aprendizaje de programas como Nero Express se hizo inevitable.

La posibilidad de materializar algunos ahorros me permitió, en el año 2006, comprar mi primera computadora. La pedí con todos los programas, la mayor capacidad de memoria posible, lectora y grabadora de CD y DVD y con monitor de LCD, una novedad del momento.

Unos meses después ladrones me robaron el teclado, el monitor y los parlantes pero me dejaron la CPU, una verdadera suerte puesto que allí tenía bastante desarrollada ya la tesis de la licenciatura. Con algunas modificaciones esa es la máquina que aún tengo hoy. Al año siguiente, y luego de 20 años de estudio, conseguí el título de Licenciado en Ciencias de la Comunicación.

Empecé la carrera viendo linotipos y la concluí leyendo diarios on line.

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