La ingesta de harina con ácido fólico en mujeres embarazadas reduce las malformaciones congénitas del sistema nervioso.
A partir de un estudio estadístico, investigadoras del Ministerio de Salud revelaron que en los embriones, el tubo neural -precursor del sistema nervioso central- se ve protegido por el mencionado ácido y disminuye la mortalidad por espina bífida y anencefalía, dos de las patologías más frecuentes producidas por la baja ingesta de folatos.
La harina enriquecida provee un 40 por ciento más de ácido a las gestantes.
Elvira Calvo y Ana Biglieri publicaron sus conclusiones en el Archivo Argentino de Pediatría a fines del año pasado, a cinco años de que se dispusiera la obligatoriedad en el país de incluir la sustancia en la harina de trigo.
El folato pertenece a la familia de las vitaminas B y debe consumirse a diario. Se necesita para la síntesis, la reparación y el funcionamiento del ADN y el ARN, los soportes de la vida.
Entre los alimentos que lo contienen se encuentran el jugo de naranja, las verduras de hoja verde, los maníes, las legumbres y las entrañas. Para evitar la carencia leve de folato es bueno acostumbrarse a consumir al menos cinco porciones de fruta y verdura al día.
Las expertas concluyeron en que la Ley 25.630 (que obligó a modificar la fórmula nutricional de la harina) puede considerarse un ejemplo "exitoso" en un muy corto plazo de una intervención nutricional en salud pública.
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