Una beca, en principio, es una subvención para realizar estudios o alguna investigación. Eso es lo que dice la primera acepción del diccionario de la Real Academia Española.
Pero un amigo ingenioso comenzó a usar esa palabra con un sentido restringido, sólo considerando el primer término de la definición, esto es, una subvención. De esta manera mi amigo señalaba que, algunas personas, tenían una beca cuando cobraban un sueldo sin la correspondiente contraprestación. Esta práctica no es novedosa, en mi infancia se la conocía como acomodo o gancho. Sé que otros la llamaban yeite y ultimamente curro.
Las becas en la acepción de mi amigo comprenden en esencia una grave injusticia. Primero porque financian a alguien que no trabaja, segundo porque la mayoría de las veces no solo que no trabajan sino que generan problemas y tercero, lo que resulta más grave, es que quitan la posibilidad a aquellas personas que quedan fuera de las becas y que sí las honrarían trabajando.
Queda, eso sí, la esperanza que en algún momento la justicia prevalecerá.
P/D: tengo 2 becas en la acepción de la RAE
No hay comentarios:
Publicar un comentario