- No sé, no estoy segura pero si pudiera lo compraría por mis propios medios- contestó la doctora en Astronomía
- Pero este gobierno gasta 600 millones de pesos para el fútbol - insistió el muchacho
- Al pueblo hay que darle pan y circo - aportó otro científico y cerró el diálogo
Al mismo tiempo que las personas preocupadas por el conocimiento científico gozan del capital simbólico que les otorga su pertenencia al campo académico se acrecienta la suposición que la ignorancia, el latrocinio y la inconsciencia son propiedades exclusivas e inherentes a los hombres interesados en la política. Ora en el gobierno, ora en la oposición.
El diálogo anterior muestra que algunos científicos pueden conocer la Teoría de la Relatividad, el Efecto Casimir o la cantidad exacta de estrellas que adornan el firmamento pero no están exentos de tragarse la misma verdura que los oscuros y anónimos vecinos del barrio Mainero de Bell Ville.
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